Introducción

Hasta las décadas de los 90, no se tenía un conocimiento sobre los escolares hiperactivos, con trastornos por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), se les identificaba como niños con Problemas de Conducta, Temperamento Difícil, Negativismo, Trastornos Emocionales, etc.

Para 1980 se público en Estados Unidos el Manual de Diagnóstico y Estadística III (DSM-III), donde por primera vez se define el síndrome utilizando una serie de síntomas similar a las características anteriores. Se denomina como el “Trastorno por Déficit de la Atención” (ADD), agrupando otros problemas de comportamiento bajo la categoría de Trastornos de la Conducta. El DSM-III estableció que “las características esenciales son signos de inatención e impulsividad percibidas como anormales desde un punto de vista del desarrollo”. La hiperactividad se describía como presente con frecuencia (ADD-H), pero no era esencial para el diagnóstico.



Ya para 1994 el DSM IV(4) clasifica a la condición dentro del grupo de condiciones tituladas “Déficit de Atención y Trastornos del Comportamiento”, corrigiendo la posible interpretación anterior del DSM III-R que implicaba que todos los niños con la condición tenían problemas de comportamiento.































































































































Rol de los padres

La familia es fundamental para el mantenimiento de los avances del niño y es el punto de partida de cualquier progreso. Su papel dentro del proceso no puede quedarse en cambiar rutinas y tradiciones en función de las nuevas necesidades y exigencias del medio.
Partiendo del hecho de que la estructura familiar se rige por un orden natural y que al alterar este orden aparecen las dificultades, es claro que la mejor manera de prevenir y combatir los problemas de comportamiento es establecer dentro del funcionamiento familiar normas y rutinas propias que les den a los niños seguridad acerca de lo que se espera de ellos ante diferentes situaciones.

La familia es una estructura

Una estructura es un esqueleto que soporta las presiones del medio; un conjunto de cuerpos organizados de tal manera que permiten el movimiento de sus partes pero mantienen su esencia.
En la familia la estructura es la forma de organización de sus miembros y la base son padres quienes toman las decisiones y asumen la responsabilidad de cuidar y educar a los hijos, que siguen las normas y aprenden de sus mayores para en un futuro poder enseñar a sus propios hijos.
Por ello es necesario mantener la estructura de manera firme y no confundir los roles dándole a los hijos responsabilidades que no corresponden; es deber de los padres construir para los hijos un ambiente seguro y organizado que les permita predecir las consecuencias de sus actos y tomar decisiones sobre lo que esta bien o mal.
La autoridad asumida por los padres debe ser clara y construirse sobre el respeto a la individualidad de cada uno.

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